La declaración habla bastante claro. El Papa nos recuerda que todos los bautizados son llamados a seguir a Cristo y a hacerlo de una manera radical, desde las raíces profundas de sus vidas, y no de una manera superficial.
Los Religiosos, por su estado de vida, testimonian de ésto de una manera profética y carismática: ellos profesan públicamente dar la primacía a Dios en sus vidas, y vivir los votos de pobreza, castidad y obediencia, a fin que sus vidas sean consagradas a Dios, según un carisma particular, a través de una vida de servicio de Dios y al prójimo, para hacer presente el Reino de Dios en éste mundo.
Según el Papa, la gente mira a los Religiosos y se pregunta: "¿Qué pasa? Esas personas me están comunicando algo! Estas personas van más allá de nuestros horizontes!"
Esas personas, a causa de su experiencia de amor de Dios en sus vidas y a causa de su fe, dejan todo para ayudar a los pobres, para llevar el Evangelio hacia lugares lejanos, para cambiar el mundo de manera que la dignidad de cada persona en tanto que hijo de Dios, sea reconocida y respetada...Eso es lo que la Vida Religiosa debe ser.
San Francisco de Asís, San Antonio de Padua, así lo hicieron; al igual que Mary Ward. Muchos otros, también lo vivieron: Mary Aikenhead, Nano Nagle, Madre Teresa de Calcuta, Agustín Planque...
A su manera específica y particular, todos los Fundadores de Congregaciones Religiosas lo vivieron. No estoy segura que todas las Religiosas lo hagamos!
A mi parecer, éste es el desafío que nos propone el Papa
Francisco.
Él simplemente nos recuerda que los Religiosos, por propia
vocación, son llamados a ser profetas, llamando al mundo desapegarse de todo lo
que es pasajero y que provoca divisiones y dolor en la sociedad y en nuestras
relaciones humanas de hoy. Piensan al igual que yo, que el testimonio que damos
hoy en tanto que Religiosas, está a menudo lejos de ser profético? Y esto en
tanto que individuos y en tanto que Institutos. Si queremos despertar al mundo,
debemos primero, despertarnos nosotras mismas.
El testimonio habla más fuerte que las palabras. Pienso que esto
es particularmente importante para nosotras en la animación misionera y
vocacional. Hermanas nsa, misioneras, deseamos, a través de la Animación
misionera y vocacional (AMV), ayudar a otras personas bautizadas a vivir la
dimensión misionera de su bautismo.
También deseamos invitar a la gente a considerar la vida
religiosa misionera como un opción válida a la que Dios podría estar
llamándolos. Este ministerio implica un examen de nosotras mismas en tanto que
consagradas y el testimonio que damos con nuestro estilo de vida, mucho más que
el examen que hacemos de lo que hacemos o decimos en nuestras actividades con
los otros, en nombre de la promoción.
La vida religiosa debe ser vivida y no comercializada.
Igualmente, la vida misionera debe ser vivida y no comercializada.
La tarea de AMV debe ayudarnos a nosotras, hermanas nsa, a
vivir y a testimoniar de nuestro carisma de una manera auténtica y profética, y
a invitar a los otros a vivirla y compartirla. Nuestra actividad o ministerio,
implica por una parte, ayudar a nuestras hermanas a mirar interiormente el modo
en que estamos viviendo la vida religiosa hoy; y por otra parte, implica ir
hacia nuestras comunidades cristianas, hacia los jóvenes como a los que no lo
son, y buscar de una manera determinante
la manera de promover los caminos de vida misionera, incluyendo la vida religiosa
misionera.
Que Dios nos dé la sabiduría y el coraje que necesitamos
para asumir con más audacia y sinceridad el llamado a la Animación Misionera y
Vocacional!
Algunos ejemplos prácticos de maneras donde la vocación
misionera podría ser revelada en y a través de todos los apostolados nsa:
Creo que la AMV exige imaginación! A continuación, sugiero
tres caminos primordiales, que creo son necesarios y exigen el compromiso y la
creatividad.
- La formación personal de las Hermanas que son directamente responsables o que están implicadas en la AMV: es importante que las Hermanas que están más directamente implicadas en la AMV tengan al menos una comprensión de base y una apreciación de las enseñanzas de la iglesia sobre la Misión. Si bien no podemos nunca pretender apreciar lo suficiente la profundidad de la naturaleza misionera de la iglesia y la responsabilidad misionera de todos los bautizados, propongo que el estudio de la encíclica Redemptoris Missio puede ayudar a obtener una base sólida en la formación.
- La invitación a una reflexión personal y comunitaria sobre el modo en que estamos viviendo la vida religiosa misionera hoy: Como ya lo dije, la tarea o el ministerio de AMV consiste en ayudar a nuestras hermanas a mirar en su propia interior para analizar la manera en que estamos viviendo la vida religiosa y el valor profético de nuestro testimonio en tanto que Misioneras. Esto podría hacerse elaborando fichas de reflexión que nos recuerden algunos puntos de nuestras Constituciones, las cartas de nuestro Fundador, el Padre Planque, o los Documentos de la iglesia, para compartir en comunidad, dejándonos interpelar por éstos documentos.
Preguntarnos “cómo” estamos viviendo todo
eso? Acaso la gente nos ve vivirlo de una manera radical de modo que se sienten
estimulados a decir: “Oh, la vida de éstas Hermanas me habla sobre la Misión!”,
o “Estas Hermanas me dicen que es posible ser, actuar y vivir en éste mundo de
una manera diferente!”
- 3. Invitar a los otros a reflexionar sobre la vocación misionera de su Bautismo y a comprometerse activamente con la Misión: En nuestras escuelas, hospitales, parroquias y diócesis donde estamos presentes, buscar loe medios para hacer conocer las enseñanzas de la iglesia sobre la Misión. Encontrar espacios para mostrar la historia nsa inspirada en el Evangelio y las cartas del Padre Planque; utilizar posters con mensajes pertinentes, fotos de Hermanas nsa o de otras personas en actividades misioneras en distintos lugares y situaciones, invitar a los alumnos, al personal y a los amigos a participar de una obra de teatro donde se cuente la historia misionera de la iglesia, de las nsa o de otras personas; mostrar videos de nuestra actividad misionera en diversos lugares y situaciones... invitar a la gente a participar de nuestras actividades, localmente o más allá de sus fronteras geográficas, animar a la gente para rezar por la Misión, y también a brindar su tiempo, su ayuda económica para ayudar en actividades misioneras concretas... Estas actividades misioneras podría ser por ejemplo, visitar y solidarizarse con los pobres y enfermos, dar testimonio de la reconciliación que sobrepasa fracturas étnicas y religiosas, ir más allá de las fronteras geográficas para compartir la fe, la vida, para anunciar el Evangelio...Usar toda nuestra imaginación, nuestra creatividad y nuestra audacia para encontrar los medios de estimular a las personas que encontramos, para compartir la fe, proclamar la Buena Noticia, y hacer el esfuerzo de "ir hacia"...para hacer juntos un mondo mejor.
Hna. Kathleen Mc Garvey, nsa
Artículo traducido del Boletín del Consejo General de las Hermanas nsa: "Punto de Encuentro", nº 77, agosto 2015.
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